Agencias / La Voz de MichoacánUn estudio reciente encontró que quienes vapean y fuman tienen dos veces más daño en el ADN que los no fumadores. Ademas, los fumadores que vapean con mayor frecuencia tienen un mayor afectación. El daño en el ADN es un cambio temprano asociado con un aumento en el riesgo de cáncer y enfermedades inflamatorias. Los investigadores analizaron células epiteliales obtenidas de las bocas de vapeadores, fumadores y personas que nunca habían vapeado ni fumado. Los participantes del estudio se dividieron en tres grupos: los vapeadores que nunca habían fumado cigarrillos, los fumadores que nunca habían vapeado, y las personas sin un historial de fumar ni vapear. Los investigadores también recolectaron datos sobre la frecuencia y duración del uso de tabaco y dispositivos electrónicos. Los resultados mostraron que los niveles de daño en el ADN eran similares entre los vapeadores y los fumadores: 2.6 y 2.2 veces más altos que en los no usuarios, respectivamente. Los dispositivos y sabores más populares parecen ser los más nocivos, especialmente para los jóvenes que los consumen mucho. El estudio fue respaldado por el Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU., el Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial, y el Programa de Investigación en Enfermedades Relacionadas con el Tabaco de la Universidad de California. Los hallazgos se publicaron en la edición del 14 de febrero de la revista Nicotine & Tobacco Research. Este estudio amplía investigaciones anteriores que encontraron que vapear se vinculaba con alteraciones en la expresión genética, cambios epigenéticos y otros cambios biológicos que podrían fomentar la enfermedad. Además, este estudio se diseñó para distinguir los efectos del vapeo en los usuarios de cigarrillos electrónicos que no habían sido fumadores de cigarrillos ni usuarios duales en ningún momento de sus vidas. Los investigadores ahora planean replicar los hallazgos con un grupo más grande de participantes y estudiar otros efectos biológicos resultantes del daño en el ADN que se relacionan incluso más de cerca con el inicio de las enfermedades crónicas. Cambios en el cuerpo durante el embarazo