En países de escasos recursos, pocas familias tienen la posibilidad de dotar constantemente con ropa y calzado a los niños, lo que obliga a los menores a olvidarse de los zapatos y caminar descalzos. Esta situación, según la Organización Mundial de la Salud, pone en riesgo la salud de los pequeños debido al estado de contaminación en que se encuentra el suelo. 'Because International', organización sin ánimo de lucro que trabaja en pro de los países más pobres del mundo, presentó recientemente un proyecto que busca responder a tal necesidad y ayudar a personas de bajas condiciones económicas en Kenia. Se trata de unos zapatos que van creciendo con los pies de los niños. Fue Kenton Lee, el fundador y director ejecutivo de esa organización, quien inventó este calzado que se ajusta al cambio del tamaño de los pies. Los zapatos pueden llegar a aumentar hasta cinco veces su talla original y durar, en promedio, cinco años. Para que el zapato se ajuste perfectamente, necesita elementos básicos, como broches metálicos, botones, caucho comprimido y correas. El calzado está hecho de cuero para evitar que se rompan y para que se puedan limpiar con facilidad. Además, cuenta con tiras elásticas, hebillas y corchetes fuertes y diseñados para durar varios años. La organización está fabricando los zapatos en dos tamaños: uno para niños pequeños y otro para adolescentes. En su página web, 'Because International' afirma que a través de donaciones personales han podido enviar este calzado a África y América Central. Los zapatos fueron diseñados con la colaboración de la empresa de zapatos de Portland Proof of Concept. Kenton Lee proviene de Idaho, Estados Unidos. Durante el 2007 se dedicó a su trabajo como misionero en Kenia y tuvo la idea de crear estos zapatos cuando se dirigía a una iglesia, porque en el camino encontró a una niña que tenía unos zapatos mucho más pequeños que sus pies. Por lo que, pensó en fabricar un calzado que se pudiera expandir y ajustar, con el objetivo de buscar la comodidad para los niños.