El desarrollo inmobiliario en México está llevando a cada vez más empresas a replantearse sus espacios de trabajo, buscando no solo renovarlos parcialmente, sino transformarlos en su totalidad para convertirlos en lugares mucho más innovadores y funcionales. No hablamos solo de nuevas tecnologías, sino también de cambios en las tendencias de diseño de interiores. Si tú también quieres renovar tu oficina, entonces te recomendamos seguir estos pasos para poder hacerlo de la forma más efectiva posible: 1. Define las metas de la renovación Las renovaciones son muy costosas y pueden tomar un tiempo considerable, dificultando el trabajo e impactando la rentabilidad del negocio a corto y mediano plazo. Por este motivo, lo primero que tenemos que hacer antes de transformar una oficina es definir las metas que queremos llevar a cabo con esta transformación. ¿Queremos hacer simplemente un cambio estético, o necesitamos hacer cambios importantes para mejorar el rendimiento del personal? Preguntas como estas deben surgir durante la planificación, ya que son las que determinarán nuestro presupuesto, así como también las estadísticas que tenemos que analizar luego de la renovación. 2. Estudia las posibilidades Mientras que algunas renovaciones y remodelaciones pueden ser obligatorias para el adecuado funcionamiento de la oficina, otras pueden ser mucho más prescindibles, por lo que tendrás que determinar qué es una necesidad, y qué es un deseo. Mientras que las primeras serán innegociables, las segundas pueden pensarse como remodelaciones a futuro si contamos con un presupuesto apretado. 3. Crea un presupuesto Entendiendo estos aspectos, es importante que estudies las finanzas de la empresa, el contexto actual, y cuánto dinero hay disponible para la remodelación. Este presupuesto debe basarse no solo en lo que quieras cambiar dentro de la oficina, sino también en las condiciones en las que se encuentra la estructura, ya que mientras más vieja sea esta, más costoso será remodelarla. Un presupuesto te permitirá crear una idea realista sobre lo que podrás o no renovar, ayudando a que las expectativas se mantengan bajo control. Investigar sobre los costos, tanto con varios proveedores, como en distintas ciudades y países, será importante para crear un boceto de tu presupuesto. 4. Busca a los proveedores adecuados Las remodelaciones para oficinas deben ceñirse a estándares de calidad mucho más precisos que los que siguen las renovaciones del hogar. Por este motivo, es importante buscar a los proveedores adecuados dentro de cada una de las áreas que queramos modificar. Por ejemplo, si el objetivo de la renovación es incrementar las medidas de seguridad, busca proveedores que se especialicen en el área. Los mismos no solo elegirán los mejores equipos para monitorear las instalaciones, desde cámaras con inteligencia artificial o rango de movimiento PTZ, hasta cerraduras electrónicas, sino que se encargarán de analizar cualquier falencia adicional que pueda existir en tu oficina. 5. Crea un plan de renovación Una vez tengas todos los pasos anteriores cubiertos, es momento de sentarte con los proveedores para crear un plan de renovación donde se determine cuánto tiempo tomará la renovación, ya que de esto dependerá la vuelta a la productividad regular. Es aquí donde sabrás exactamente cuánto tomará la remodelación, y qué retrasos pueden surgir en el proceso. Este plan también tendrá que tomar en cuenta de qué manera progresará la remodelación, algo esencial para determinar qué espacios se habilitarán e inhabilitarán periódicamente para asegurar un flujo de trabajo continuo. 6. Brinda alternativas de trabajo Las remodelaciones no solo suelen tomar varias semanas o meses, sino que también pueden causar dificultades importantes al momento de mantener la productividad. Hablamos de espacios que quedan completamente inutilizables, pero también de problemas de salud que pueden presentarse en el personal, como alergias. Por eso, antes de comenzar a remodelar, asegúrate de que cuentas con las herramientas necesarias para asegurar un flujo de trabajo constante, desde canales de comunicación efectivos que permitan jornadas híbridas, hasta espacios alternativos para aquellas labores que no puedan realizarse de manera remota. 7. ¿Reutilizar, donar o reciclar? Si bien la remodelación de espacios suele buscar la renovación de equipos y mobiliario, lo cierto es que parte de estos podrían tener un rol que cumplir en la nueva oficina. Antes de desechar cualquier objeto, estudia bien si este puede seguirse utilizando o si será mejor deshacerse de este, ya sea donándolo o reciclándolo. 8. El día siguiente Aunque la renovación pueda parecer lo más complejo, los días o semanas posteriores también presentan una serie de dificultades. Desde planificar el retorno de los empleados, hasta comprobar que todas las nuevas adiciones están funcionando de forma adecuada, es importante pensar en el “día siguiente”. La remodelación de una oficina es un paso grande para cualquier empresa, por lo que siempre será importante planificar el proceso en su totalidad, así como contar con acompañamiento profesional.
La Voz de Michoacán
