Agencias / La Voz de Michoacán Estados Unidos. Imágenes de gente desnuda, con las piernas abiertas hacia arriba, exponiendo el ano al sol, circulan por estos días en Instagram. Los más escépticos se ríen de lo que consideran una absoluta ridiculez, y otros se quitan la ropa y se recuestan a probar. Pero a todos, sin dudas, nos surgen un sinfín de preguntas, y para ello hemos consultado la opinión de los adeptos a la práctica y los doctores. Los seguidores del Butthole Sunning, también conocido como Perineum sunning, parecen ser crecientes, a juzgar por las imágenes en redes sociales. Ver esta publicación en Instagram Butthole sunning 🤘🌞🤘 Bum Sunners: @jamesoncamden @wildtreeman Tashi Una publicación compartida por I am Ɍ Δ:Human Teacher/Student (@ra_of_earth) el 6 de Oct de 2019 a las 5:44 PDT Del último retiro en California del facilitador holístico que se hace llamar Ra Of Earth, surgió uno de los videos que disparó la práctica en las redes sociales. "Con solo 30 segundos de luz solar en el ano recibirás más energía de esta estrella que en un día entero estando afuera con la ropa puesta", asegura. La experiencia también fue compartida por Meagan Whitson, maestra y sanadora de Texas, quien lleva algunos meses practicándolo. “Comienzo mi día con 5 minutos de sol en la zona y me siento con energía durante horas. Ya no confío en el café de la mañana porque estoy obteniendo mi energía del sol. También estoy experimentando un mejor sueño y necesito dormir menos debido al aumento de la energía general”, le aseguró a Yahoo Vida y Estilo. Por su parte, Troy Casey, especialista en salud holística, dice que “estar desnudo, expuesto y en una posición vulnerable es muy liberador y relajante, sobre todo teniendo en cuenta el estrés del mundo en que vivimos”. Y asegura que aporta Vitamina D, ayuda a desinfectar la zona y aliviar a los que sufren de hemorroides. Un lugar donde no debe dar el sol https://www.instagram.com/p/B34mk7shhrH/ Si estás pensando en probarlo, es importante que sepas que el “butthole sunning” no tiene aval científico ni el visto bueno de la medicina. Los seres humanos no obtenemos energía de la luz solar, excepto indirectamente a través del consumo de plantas, y animales que han consumido plantas -las cuales sí la obtienen a través de la fotosíntesis. De hecho, un par de especialistas consultados por Yahoo Vida y Estilo advirtieron que pueden tener efectos totalmente opuestos a los que aseguran sus adeptos. José Diéguez, proctólogo especialista en diagnóstico y tratamiento de patologías de colon, recto y ano, explica que esta práctica podría provocar la aparición de quemaduras en el área perianal, el desarrollo de cáncer de ano debido a la exposición marcada del sol sin protector y eventualmente cualquier tipo de dermatitis, dada la delicada piel que cubre la zona. “Además, la exposición al sol nunca mejoraría la enfermedad hemorroidal”, opina Diéguez, especialista del Centro Policlínico Valencia en Venezuela. Por su parte, la médica dermatóloga argentina Daniela Maleh concuerda con su colega en que este tipo de exposición a los rayos UV pueden tener más resultados negativos que positivos. “Es cierto que la exposición al sol tiene beneficios, sobre todo por la absorción a la vitamina D, que mejora el humor y los estados de ánimo dada la liberación de endorfinas, pero dudo que esta práctica pueda llevar a absorber más vitamina D. Más bien todo lo contrario, podrían generarse quemaduras y hasta cáncer de piel”, advierte Maleh, directora de Due Derma Argentina, quien suele recomendar la exposición con precaución a pacientes con enfermedades autoinmunes como el vitiligo, ezcemas o soriasis. No por gusto, entonces, se le dice al ano “el lugar por donde no da el sol”. Y en cuanto a las afirmaciones de Ra of Earth y otros adeptos de que esta práctica se origina en el taoísmo, el etnobotanista James Wong, presentador de la BBC, comentó: “Hay muchos taoístas en Singapur y, sin embargo, puedo decirles con confianza que nunca he visto a nadie adoptando la ‘práctica taoísta antigua’ o ‘asolear el ano’ para un ‘aumento de energía’”. De modo que una vez más la recomendación ante estas tendencias de redes sociales es ser escéptico y guiarse por criterios médicos.