El Universal/La Voz de Michoacán.México. Ya sea que estén atorados en la rutina y estés disfrutando del mejor sexo de tu vida, este #tip te ayudará llevar las actividades eróticas a otro nivel. Es una variante de la práctica del sexo tántrico, la cual te permite explorar todo el potencial orgásmico de tu cuerpo. Con esto en mente, te dejamos tu próxima tarea No puedes llegar al orgasmo. Al menos no por un tiempo. Debes llegar al borde del placer y luego apagar la llama. Sí, estamos hablando del “edging”, una práctica que se volvió muy popular cuando salió la primera temporada de “Orange is the new black”. Mientras que el ”edging” está usualmente relacionado con la masturbación, definitivamente tiene un lugar muy especial en el sexo entre pareja. Puede ser muy sencillo de manejar cuando estás por tu cuenta, pero también lo puedes disfrutar con alguien más… sólo que será un poco más difícil y, por ende, más placentero. ¿Cuál es el encanto de esta práctica? Que puedes aumentar las sensaciones y expandir tu orgasmo. El “edging” te permite controlar de mejor manera tu placer y disfrutar del viaje, no del destino. Una vez que hayas llegado al orgasmo, y después de mucha frustración, notarás que las sensaciones son más fuertes, más duraderas y muchísimo más intensas. Respira Cual ejercicio de relajación, es importante que tomes el control de tu respiración. Exhala, inhala, exhala, inhala. Repite, repite y repite. Tú solita primero Practica por tu cuenta antes de sugerírselo a tu pareja. ¿Por qué es importante? Necesitas saber a qué tanto puedes llegar sin terminar. Por cuestiones de experimentación y por el bien de la humanidad, es importante que practiques en tu habitación primero. Intervalos Cuando creas que estás a punto de llegar, haz algo diferente. Intervalos de un ritmo lento, con uno rápido, con uno fuerte, con una estimulación diferente. Agrégale variedad a tu experiencia y te aseguramos que te costará menos trabajo Sabemos que suena un poco cruel, pero te aseguramos que el orgasmo vale la pena. Por esto mismo es que el “edging” amerita muchísima práctica, pero como toda en la vida, ¡nada es imposible!