Rogelio Arellano / La Voz de Michoacán Uruapan, Michoacán. Por tradición, el comienzo de un año nuevo es también la oportunidad de un nuevo ciclo que involucra planes y metas tanto para el trabajo como para la salud, la escuela, el amor y el dinero, lo que obliga a plantearse altas dosis de dedicación y constancia; sin embargo, algunos requieren ayuda extra, por ello penetran al mundo del esoterismo para adoptar rituales, conjuros, hechizos, cábalas y más. Los últimos días de cada año es la época de bonanza entre sacerdotes o sacerdotisas, así como entre quienes promueven y comercializan una cascada de elementos o artículos del ocultismo, tanto al amparo de la fe católica como de la Santa Muerte y hasta pactos fáusticos, todo con el solo propósito de que los anhelos manifestados se cumplan durante los siguientes 12 meses, pero con la fe y la esperanza como el común denominador. Foto, Rogelio Arellano. Jorge Quintero, propietario de un establecimiento especializado en la comercialización de artículos para adorar a la Santa Muerte, ubicado a dos calles del Mercado Mártires de Uruapan, refiere que durante la última década ha sido significativo el aumento de fieles o devotos de la Santa Muerte, por ello las ventas han sido mayores, sobre todo en fin de año. “Son rituales para cerrar ciclos y abrir otros”, señaló. Lo más tradicional para agradecer y pedir nuevos favores a la “Niña Blanca” en el inicio de cada año nuevo, se refiere al encendido de doce veladoras de gel en forma de triángulo con su respectivo “baño” o aplicación de una fragancia especial. Destacan los colores: rojo para el amor, azul para la salud y el amarillo para el dinero, precisó el entrevistado. Cuando las oraciones se centran o se acompañan de peticiones específicas, como, por ejemplo, para el amor, se encienden tres veladoras para formar un triángulo sobre un plato y en el centro se colocan pequeñas cantidades de chocolate y canela en polvo. Cada veladora trae inscrito el respectivo rezo y regularmente el ritual se ejecuta pocos minutos antes de la medianoche del último día del año".Jorge Quintero, especialista en la Santa Muerte. "Todas las personas deben mantenerse firmes en sus creencias y evitar perder la fe y la esperanza porque una vez que eso deja de existir, se pierde todo": Georgina Benítez, comercializadora de artículos esotéricos. Foto, Rogelio Arellano. Para la salud se utilizan fragancias de sándalo y flores blancas para dar un baño a una imagen de color verde de la Santa Muerte. “Son rituales similares, los cuales se llegan a complementar con la elaboración de amuletos. A la Santa Muerte generalmente se le pide por el bien propio y de los semejantes”, indicó el señor Jorge Quintero, tras precisar que el kit más barato para uno de estos eventos de fin de año tiene un costo de 250 pesos, mientras los más costosos llegan a los mil 500 pesos o más. Indicó que, efectivamente, durante la actual pandemia, este tipo de negocios no fueron ubicados como parte de los giros más afectados. “Las ventas se conservaron y hasta se elevaron en ciertos meses, fenómeno que sigue en estos días; cada vez son más los adoradores de la Santa Muerte, sobre todo para pedirle favores o pagar otros en estas fechas”, sostuvo. Por otra parte, Georgina Benítez, propietaria del establecimiento denominado Poder Universal, se especializa en la venta de artículos para rituales de perfil religioso, quien precisó que a pesar de la pandemia de COVID-19 ha sido un año con muchas ventas, contrario a lo que se pensaba, y mejor aún: recibirán un 2021 con saldos favorables. Detalló que en este año destacará el ritual al arcángel Gabriel, que se refiere al encendido de un cirio pascual para recibir al nuevo año. “Debe quedar encendido sólo durante 7 minutos y durante el resto del año se realizan nuevos encendidos cada que se tiene una necesidad o simplemente para orar”. "Lo más importante en estos momentos en que la gente se incline por pedir para que pase los más pronto posible la pandemia": Jorge Quintero, propietario de un establecimiento dedicado a la Santa Muerte. Foto, Rogelio Arellano. Cuarzos, veladoras, borreguitos y cuernos de la abundancia destacan entre los accesorios que tienen mayor demanda para las peticiones de amor, salud, casa, vestido y sustento. El ritual se centra en el encendido de veladoras y cirios y los kits van desde los más sencillos, a un precio promedio de 90 pesos, y continúa con otros de mayor precio”.Georgina Benítez, vendedora de artículos esotéricos. Al margen de estos rituales existen otros que son parte de la cultura popular, por ejemplo, el ritual de las 12 uvas que se comen al dar la medianoche con cada campanada, incluso algunos creen que cada una es un deseo para el siguiente año, mientras que para alejar las “malas vibras” se acostumbra barrer los hogares, cambiar de sitio los muebles o limpiar los pisos, objetivo que también persigue el tirar agua por las ventanas. Otra costumbre del mosaico popular se refiere al uso de ropa interior específica, por ejemplo, los calzones amarillos se dice que son para atraer el dinero, mientras que el rojo se dice que sirve para el amor. Asimismo, al salir de la casa después de las doce campanadas cargando una mochila o una maleta, se invoca para que sea un año lleno de viajes de placer, mientras que la colocación de una estrella de David en la puerta principal y confeccionada con semillas se utiliza para evitar la mala suerte y dar la bienvenida a la abundancia. Foto, Rogelio Arellano.