Redacción / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Los mexicanos somos mundialmente famosos por disfrutar de la comida picante, pero hay que admitir que a veces hasta a nosotros se nos va la mano. En más de una ocasión has recurrido a vasos y vasos de agua, sal o cobitos de hielo para quitarte lo enchilado, y es que hay muchos mitos respecto de la comida picante, pero lo cierto es que es muy adictiva. Por más que reneguemos, nunca podremos separarnos de su delicioso sabor. El origen del chile Los primeros chiles aparecieron en la zona cercana a Bolivia. Eran muy pequeños y probablemente fueron distribuidos por aves, ya que estos animales no cuentan con los mismos receptores en la lengua que tienen los humanos. Actualmente se han creado variedades únicas de chiles para todos los gustos. En general, los chiles de color rojo son menos picantes porque contienen más azúcares. De acuerdo con un estudio de la Universidad de Nuevo México, la capsaicina es un químico presente en los chiles. Cuando comemos comida picante, la capsaicina se une a los receptores en la lengua y éstos envían una señal al cerebro que provoca la sensación de picor. Es la misma señal que se envía cuando tocamos algo caliente, lo que resulta en transpiración. Bebidas que quitan lo enchilado Paul Bosland, uno de los directores de esta investigación, explicó que la caseína, una de las proteínas presente en los lácteos, reemplaza a los receptores de capsaicina en la lengua, brindando alivio inmediato. Es por ello que, cuando sientas ese picor, lo mejor es tomar un vaso de leche para disminuirlo. El yogurt y lácteos como la crema o helado también son efectivos. Aunque es un mito común, ni el agua ni las bebidas alcohólicas pueden contrarrestar el picante. Ambas bebidas sólo hacen que la capsaicina se distribuya en toda tu boca. Alimentos que quitan lo enchilado Los carbohidratos también pueden reemplazar a la capsaicina en tu boca, aunque no de manera tan efectiva como lo hace la leche. Puedes encontrarlos en pan o azúcar, aunque esta última es lo mejor. De acuerdo con Bosland, este es el motivo por el que muchos postres mexicanos tradicionales, como el flan, contienen ingredientes como miel y leche. Así que, después de una comida picosa, un flan con un vaso de leche como postre no estaría nada mal.