Agencias / La Voz de Michoacán México. El entumecimiento de manos y pies es algo absolutamente normal que suele deberse a una mala postura que impide que la sangre fluya con normalidad. Pero si es persistente, conviene acudir a consulta para ahondar en el motivo y ponerle remedio ¿A quién no se le ha dormido nunca un pie o ha sentido un hormigueo en la mano? No es nada raro, pero sí una sensación desagradable y desconcertante, más aún por la noche, cuando nos despierta de pronto una sensación de cosquilleo y adormecimiento en alguna de las dos manos, teniendo incluso la sensación de que no la sentimos o que simplemente no podemos moverla como nos gustaría. Cuando se nos duerme alguna parte de nuestro cuerpo es común que luego sintamos síntomas como hormigueo, sensación de pinchazos en la piel y los músculos como de agujas o alfileres, y en ocasiones, dolor. El hormigueo puede estar asociado a la comprensión de un nervio superficial, a una enfermedad neurológica que afecta a los nervios que dan sensibilidad en ambas extremidades, a una lesión a nivel de la columna cervical, a un problema al nivel de cerebro o por médula espinal... También pueden estar relacionados con la diabetes o trastorno de la tiroides. Es mejor no pasarlo por alto. Presión sobre puntos nerviosos Este es el motivo principal de los hormigueos, que se conocen como 'parestesias' (se define como la sensación indolora de hormigueo o adormecimiento en las manos, piernas, pies, brazos, etc.) y pueden aparecer bien por la postura que mantengamos, o bien como síntoma de una enfermedad. Los síntomas de la parestesia pueden ser permanentes o transitorios, pero lo habitual es que se trate de una sensación temporal causada por la presión sobre determinados nervios. Los más comunes son: ArdorEntumecimientoPicorHormigueoPinchazosSensación de ‘acolchonamiento’ de las manosAtrofia muscular “Uno de los factores, más habituales, es el postural, permanecer en la misma posición durante un tiempo prolongado y después, en segundo lugar, con motivo de la lesión de un nervio y por ejemplo la presión sobre los nervios raquídeos, como a raíz de una hernia discal", señala el doctor Jesús Pujol, médico de familia y miembro del Grupo de Trabajo de Neurología de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SEMFYC). Si la dieta es pobre El especialista apunta también a la falta de vitamina B12 un nutriente esencial que interviene en numerosos procesos fisiológicos y su deficiencia puede producir enfermedades neurológicas, como la demencia, falta de equilibrio o el entumecimiento y hormigueo de manos y pies. Esta vitamina mantiene los nervios y las células sanguíneas del cuerpo saludables y también ayuda a producir ADN, el material genético en todas las células. También es esencial para tener piel, cabello y uñas saludables, ya que ayuda en la reproducción celular y la renovación constante de la piel. La cantidad diaria recomendada de vitamina B12 para un adulto es de 2,4 microgramos, una dosis que se alcanza tomando fuentes naturales de vitamina B12 que ayudan a la normalización del sueño, aseguran la función cerebral normal y apoyan al sistema respiratorio. La vitamina B12, también conocida como ‘cobalamina’, es importante para el metabolismo de las proteínas. Ayuda a la formación de glóbulos rojos en la sangre, los cuales transportan oxígeno por el organismo, y al mantenimiento del sistema nervioso, desempeñando un papel esencial en en el ADN. Cuando se sufre deficiencia de este nutriente, muchos de los síntomas surgen porque se reduce la cantidad de células sanguíneas sanas.