Agencias / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán."No mates a las arañas que viven en tu hogar", recomendó Matt Bertone, un entomólogo especializado en arácnidos, que tiene argumentos muy convincentes para aquellos prejuiciosos con estos insectos. Bertone explicó que aunque las arañas tengan colmillos capaces de picar a los seres humanos, es difícil que lo hagan, y que en todo caso su veneno no es causal de problemas, en la mayoría de los casos. Muy por el contrario, el investigador sostiene que las arañas que viven en nuestras casas brindan un servicio muy beneficioso. Las arañas pueden proteger a los seres humanos de otros insectos que sí pican con frecuencia y que contagian enfermedades, como los mosquitos. El investigador de la Universidad de Carolina del Norte encontró con mayor frecuencia a las "arañas de bodega" y "arañas telarañas" y que, aunque son depredadores generalistas, aptas para comer cualquier cosa, "ellas regularmente atrapan plagas molestas e incluso insectos portadores de enfermedades". "Es natural temer a las arañas", afirmó el entomólogo. "Tienen muchas patas y casi todas son venenosas, aunque la mayoría de las especies tienen un veneno demasiado débil para causar problemas en los humanos, si es que sus colmillos pueden perforar nuestra piel". Por otro lado, Bertone entendió que a la mayoría de las personas les resulta insoportable convivir en un mismo ambiente con una araña siendo plenamente conscientes de ello, por eso hace un pedido especial. "Si realmente no puedes soportarlo, en lugar de aplastarla, intenta capturarla y liberarla afuera. Encontrará otro lugar a donde ir, y ambas partes estarán más felices con el resultado", propuso. Actualmente, Andi Fischer, candidato a doctorado en la Universidad Simon Fraser en Vancouver, en Canadá y su equipo están trabajando con la posible creación de una alternativa más natural para mantener a las arañas lejos, cito National Geographic. La secreción de las hormigas de fuego europeas podría ser una solución viable, aunque el desarrollo todavía está en pruebas de laboratorio. El científico destaca la importancia de entender a las arañas como piezas clave del ecosistema urbano y las califica como seres más bien tímidos, que en pocas ocasiones se alejan de su telaraña. Son, más bien, víctimas de un imaginario que se ha creado alrededor de ellas. Así que la próxima vez que se encuentre con una araña en su casa, piénselo dos veces antes de matarla. Opte por liberarla en otro espacio o por ignorarla, puesto que no le hará ningún daño.