El Universal/La Voz de Michoacán.México. Sigmund Freud dijo en 1910 de Leonardo da Vinci: “El gran Leonardo tuvo cosas de niño durante toda su vida; suele decirse que todos los grandes hombres deben conservar algo de su infancia. Siguió jugando aun siendo adulto, por lo que en ocasiones para sus contemporáneos era un hombre inquietante e incomprensible”. Johann Wolfgagn von Goethe, en 1788 escribió sobre el artista: “Aquellos días leía el libro de Leonardo sobre la pintura y ahora comprendo por qué no fui capaz de entenderlo en absoluto”. Las de Freud y Goethe son algunas de las voces que están presentes en el libro “Leonardo. Obra pictórica completa y obra gráfica”, que publica la editorial Taschen. La mejor forma de conocer a Leonardo da Vinci, su vida, los detalles de sus pinturas y el contexto de éstas, la obra gráfica, los inventos, los dibujos, los documentos en torno de él, su cronología y su tiempo, es a través de este libro que escribe Frank Zöllner, autor de diversas publicaciones sobre arte y teoría del arte del Renacimiento, en colaboración con Johannes Nathan. Para Zöllner Da Vinci, además de genial es uno de los individuos más misteriosos de entre los grandes personajes del Renacimiento, con todo y que es el arista de entonces de quien se conserva la herencia más completa. ¿Cómo imaginamos a Leonardo? Escribe que por un lado queda el “Autorretrato” del “anciano de luengas barbas”, pero por otro hay un imaginario en torno de un hombre joven que, dice el autor, corresponde con el ideal del Renacimiento temprano. Entonces, apunta Zöllner en el libro, “en el papel del anciano barbado, Leonardo aparece ante nosotros como el sabio investigador y pensador, como una persona, en suma, que a lo largo de innumerables años de estudio ha amasado un tesoro de saber 'científico' que honra su vejez. Al mismo tiempo, el modelo del adolescente representa el genio en estado natural, que ya antes de concluir su formación supera al viejo maestro”. Es una constante en la vida del artista, y en sus obras, el enigma, con todo y los múltiples estudios, con todo y la información que un libro como éste brinda. Sucede que es un enigma que todo el tiempo plantea preguntas con sus obras, a partir de sus hallazgos, en los sueños que aunque no concretó en su tiempo 500 años después nos son cotidianos. El libro es una edición actualizada de un título previo de la editorial; se publica en el año de la conmemoración de los 500 años del deceso del artista. La actualización incluye estudios sobre obras de reciente aparición, como el “Salvator Munti”, que fue subastada en 2017 en una venta histórica por 450 millones de dólares. De esa obra, como todas las demás, el autor hace una revisión bibliográfica, del contexto histórico, del momento creativo del artista, y entra a hablar a detalle de cada gesto, y los múltiples significados de las imágenes, la relación con otros artista, las dudas en torno de la autoría de ciertas obras. En el caso del “Salvator Munti”, asegura que “es una pintura de gran calidad, aunque intensamente restaurada, en cuya realización probablemente participó el propio Leonardo”. El libro contiene a su vez el Catálogo Razonado de las pinturas de Leonardo; da cuenta de todas sus obras pictóricas existentes y perdidas. El acercamiento a las imágenes y la calidad de la impresión brindan al lector la posibilidad observar detalladas y sutiles pinceladas. La publicación es un homenaje que celebra la obra del mayor genio de la historia del arte. Como se describe en el libro, “Leonardo da Vinci (1452-1519), uno de los seres humanos más completos que han existido nunca, es reconocido en todo el mundo como una figura de una curiosidad infinita, una imaginación febril y una capacidad artística sublime”. En estas páginas se da cuenta de esa capacidad creativa e inventiva que ha sorprendido desde hace más de 500 años; es también un libro que muestra el impacto del artista en su generación y en las que le siguieron. La obra está organizada a partir de los grandes momentos de su vida: como la juventud del artista y el éxito en Florencia; sus nuevos comienzos en Milán y su trabajo como artista en la corte; su relación con la “ciencia”; el regreso a Florencia, Mantua y Venecia; hasta mostrar lo que hacía y era en los últimos años. Leonardo fue pintor, escultor, cartógrafo, científico,anatomista, arquitecto. Sus más grandes obras son “La última cena” -considerada la pintura religiosa más reproducida de la historia-; la “Mona Lisa”, que ha fascinado a innumerables artistas, estudiosos y público; “La anunciación”; “Retrato de Ginevra de Benci”; “La virgen de las rocas”; “Hombre vitruviano”; “Dama con armiño”; “La Virgen y el Niño con Santa Ana” y “San Juan Bautista”.