Agencias / La Voz de Michoacán Cuando muchos piensan en intimidad, lo primero que les viene a la mente es lo sexual y lo físico. Aunque esa si es una forma de intimidad que ayuda a crear vínculos y una conexión más fuerte, quedarte solo con lo físico puede significar que estás descuidando otros aspectos importantes que también son esenciales para la supervivencia de tu relación. Todo el mundo quiere tener buenas relaciones, relaciones que sean positivas, bien balanceadas y que sean satisfactorias, y trabajar el tema de la intimidad es parte de eso, pero hay que entenderlo y hacerlo completamente. Porque, así como una relación no puede sobrevivir sin comunicación y confianza, tampoco puede hacerlo si hay fallas importantes en el terreno de la intimidad. El miedo a la intimidad puede ser un problema e incluso puede llegar a destruir una relación, pero no entender completamente a qué se refiere la intimidad también puede ser problemático. ¿Cuáles son los tipos de intimidad que una relación necesita para ser feliz? De acuerdo con los expertos en relaciones, hay 5 tipos de intimidad que se deben trabajar dentro de una buena relación: Intimidad sexual: este tipo de intimidad no solo se refiere a tener sexo con tu pareja, sino a crear un ambiente de confianza y seguridad donde se sepa que se puede experimentar, proponer o incluso pedir sin ser juzgados y sin miedo. Intimidad espiritual: esto no tiene nada que ver con lo religioso, sino de compartir creencias, ideologías, filosofías, formas de pensar y de ver el mundo, y poder tener buenas conversaciones al respecto. Intimidad emocional: esto consiste en poder hablar sobre tus emociones y sentimientos, compartirlas con el otro, estar abierto a sentir y a entender de dónde viene cada emoción, y a respetar las propias y las de la pareja. Intimidad intelectual: De acuerdo con Very Well Mind, esto consiste en parte en que “cada persona en la relación tiene la libertad de pensar por sí misma y cree que sus opiniones son valoradas, en lugar de sentirse presionada a estar de acuerdo”. Además, consiste en tener estimulación mental y en saber que siempre se pueden discutir temas que te interesan y te gustan. Intimidad experiencial: este tipo de intimidad consiste en poder compartir experiencias y momentos, situaciones que ayuden a formar recuerdos y a fortalecer la relación por medio de esto o de tener situaciones que se conviertan en esas historias que le cuentan a los demás o que discuten dentro de la pareja y generan una buena sensación. Dicen por ahí que el sexo es una parte muy importante de una relación y eso es verdad. Hay muchas parejas que terminan alejadas porque el tema sexual deja de ser lo que necesitan o quieren, pero en realidad es solo una de las piezas del rompecabezas. Las personas no viven solo de sexo y las relaciones tampoco, y el punto de conocer los diferentes tipos de intimidad es el de entender que hay distintas necesidades que no deben ser descuidadas o ignoradas, porque eso también puede hacer que la relación sufra y se vaya debilitando. Por otro lado, los expertos también dicen que, cuando conoces los diferentes tipos y los entiendes mejor, entonces es más fácil trabajar en situaciones como el miedo a la intimidad o el miedo al compromiso (que es una de las razones que pueden llevar al Ghosting), y pueden ser una base para trabajar en la comunicación y para aprender a pedir lo que se necesita.