EFE / La Voz de Michoacán París. La uruguaya Gabriela Hearst, directora creativa de la firma Chloé, sigue dirigiendo el viraje de la marca parisina hacia soluciones medioambientales y, se inspiró en la investigación de la energía de fusión, libre de fósiles, para la creación de su colección primavera-verano, presentada hoy en París. Orientados por los investigadores que trabajan en el proyecto ITER, una ambiciosa red de 35 países que está construyendo en Francia un reactor de fusión nuclear que abriría el camino para el desarrollo de centrales energéticas a nivel comercial-, el equipo de Chloé se inspiró en La arquitectura de esta máquina, el Tokamak, para sus diseños. Esta entelequia científica se traduce, en términos de moda, en una apuesta por la superposición de capas, los vestidos de cashmere -de bajo impacto, según la marca- tejidos y la sastrería de prendas de lino texturizado. Foto: EFE En la pasarela, iluminada con una serie de círculos luminosos como si se tratara de mandalas, se vieron también abrigos de seda cruda cerrados en la parte delantera mediante herrajes industriales; así como vestidos y túnicas de punto decorados con cuentas metálicas de vidrio soplado y paneles geométricos de ante. Me sorprende que haya tanta gente que no sepa nada sobre la fusión. Con esta colección tenemos una oportunidad evidente de contar una historia positiva y cruzar audiencias", indicó Hearst en un comunicado. La diseñadora, que desde su propia marca homónima había convertido la sostenibilidad en el foco de sus creaciones, tradujo además la arquitectura del Tokamak en siluetas muy estructuradas, con vestidos de cuero que se ciñen a la cintura con costuras tipo andamio, y chaquetas tipo motero con mangas curvas, combinadas con pantalones amplios. Un blanco limpio fue el color estrella de esta pasarela, en la que también se vieron tonos plateados, así como detalles en fucsia, rojo y negro, en la línea minimalista pero con toques étnicos con la que Hearst conquistó a las clases altas neoyorquinas, y que desde Chloé está imponiendo en la Semana de la Moda de París. Además de las referencias tecnológicas en accesorios, con zapatos con plataformas metalizadas y trenzados de cuerda, la firma volvió a presumir de sus peripecias artesanales para tratar de usar materiales sostenibles: deportivas fabricadas con productos de bajo impacto, vaqueros realizados en un 87% de algodón reciclado y heno, acabados con un lavado láser para reducir el uso de agua. Pero lo cierto es que es difícil entender este discurso con un primer vistazo a las prendas, en las que se aprecia sobre todo la fineza de los cortes y la exquisitez de los tejidos. De ahí que la marca esté impulsando un discurso en redes y tiendas a partir de estas colaboraciones con investigadores, científicos, pero también asociaciones para tratar, como ellos mismos dicen, cruzar información entre audiencias en apariencia opuestas. En su anterior colección, la del otoño-invierno 2022/2023, la 'maison' puso el foco en la reimplantación de especies de animales desaparecidos y esta ocasión fue en la fusión nuclear, con sistemas que buscan recrear el proceso por el que se produce la energía del sol y las estrellas. El ITER espera producir el primer plasma de fusión en 2025 y las primeras operaciones con deuterio y tritio para 2035. "Lo que no esperaba ver cuando visitamos al ITER es esa pasión científica que me incitó a dar buenas noticias a todo el que quisiera escuchar. La energía que se mueve en el universo nos ayudará, en un futuro no muy lejano, a encender nuestro mundo y solucionar muchos de los problemas que nos afectan hoy", defendió Hearst.