El Universal/La Voz de Michoacán.México. ¿La actividad sexual puede desencadenar enfermedades cardiovasculares? Según una investigación, publicada en The Journal of the American College of Cardiology, sólo un porcentaje pequeño de eventos repentinos de paro cardíaco están relacionados con mantener relaciones sexuales. En total, el grupo médico identificó 4 mil 557 eventos de paro cardíaco, de los cuales el 0.7% estaban vinculados con la actividad sexual. En promedio, la mayoría de los pacientes eran hombres, de mediana edad, afroamericanos y con antecedentes de patología cardiovascular. Las personas que experimentaron un infarto cardíaco por tener relaciones sexuales también tuvieron una mayor tasa de fibrilación o taquicardia ventricular que aquellos que no lo sufrieron. Para descubrir la frecuencia con la que se produjo este padecimiento, los investigadores analizaron la base de datos Oregon Sudden Unexpected Death Study entre 2002 y 2015. Todos los casos registrados se basaron en informes del servicio médico de urgencias, los cuales contienen información detallada sobre la causa del evento cardíaco. Del total de los casos registrados sólo un tercio recibió reanimación cardiovascular por parte de quienes lo presenciaron. Los médicos determinaron que la baja tasa de RCP de los testigos representaba menos del 20% de los pacientes que sobrevivieron al alta hospitalaria. “Estos hallazgos resaltan la importancia de continuar los esfuerzos para educar al público sobre la importancia de la RCP por parte de los testigos para tratar el evento cardíaco, independientemente de la circunstancia”, dijo Sumeet Chugh, director asociado del Instituto del Corazón Cedars-Sinai. Entre las limitaciones del estudio se encuentra el desconocimiento de la frecuencia de actividad sexual, por lo que el riesgo relativo en comparación con el reposo y la actividad física no se pudo determinar. La investigación fue presentada en las Sesiones Científicas 2017 de la Asociación Americana del Corazón. El paro cardíaco súbito es cuando el corazón deja de latir repentinamente, lo cual ocurre normalmente sin advertencia. Si no se trata de inmediato, puede provocar la muerte de manera repentina.