Agencias / La Voz de Michoacán Estados Unidos. La estudiante de Química en la Universidad de Seattle, Karla Borella-Leon, es una de las personas elegidas entre más de 2 mil postulantes entre adultos sanos de 18 y 55 años para colaborar con el primer estudio de una vacuna experimental contra el coronavirus. Uno de los mayores retos del nuevo coronavirus, el SARS-CoV-2, es que no existe una vacuna para la enfermedad que provoca, la Covid-19, por lo que no se puede prevenir el contagio en las personas más vulnerables. Por eso, desde hace más de un mes, científicos en todo el mundo se lanzaron a una carrera contra reloj para descubrir la fórmula que inmunice a quienes aún no hayan sido infectados. Para lograrlo, sin embargo, también hacen falta voluntarios que se sometan a las pruebas experimentales. Foto: Twitter. Ella es una de las 45 personas que hacen parte del selecto grupo “es la primera oportunidad que he tenido de hacer una gran diferencia en el mundo”, dijo y añadió que su interés de colaborar se intensificó cuando escuchó que muchas personas en Seattle se estaban enfermando. “Todo empezó cuando escuché que mucha gente en Seattle se estaba enfermando de coronavirus, eso me hizo sentir mal”, cuenta Karla, vía telefónica desde Seattle. “Como sabemos, este virus afecta principalmente a las personas mayores. Por eso, me entristeció mucho saber que mis abuelas, una con diabetes y otra sobreviviente de cáncer, podrían estar más expuestas a este virus y potencialmente morir”, reconoce Karla, la participante más joven del estudio de una vacuna experimental contra el nuevo coronavirus desarrollada por el Instituto de Investigación de Salud Kaiser Permanente de Washington, en Seattle. En su última visita, a Karla le extrajeron sangre por lo cual estuvo muy ansiosa para conocer sus resultados “estos días estuve muy ansiosa, realmente esperaba que todo esté bien para poder avanzar al siguiente paso. Ahora estoy muy contenta de ser oficialmente parte de la prueba ya que esta es la primera oportunidad que he tenido de hacer una gran diferencia en el mundo. Quizás no sea la última. Veremos cómo se desarrolla”, concluyó. El pasado 14 de julio, la compañía de biotecnología estadounidense Moderna anunció que su vacuna para el coronavirus generó una respuesta inmune "robusta" en los 45 pacientes en los que fue probada. En cuanto a los efectos secundarios, más de la mitad de los participantes sintieron fatiga, dolor muscular o dolor donde se inyectó la vacuna. Estas dolencias duraron un solo día. Ninguno de los voluntarios reportó efectos secundarios graves.