Redacción / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. La mayonesa es un aderezo muy popular en la cocina mexicana, utilizado para realzar el sabor de diversos platos durante las comidas. Es un elemento imprescindible en muchos hogares, ya que sirve como base para numerosas recetas y salsas deliciosas. Sin embargo, surge la interrogante: ¿cuál es la mejor manera de almacenarla correctamente? Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España (MAPA), la mayonesa es una salsa cremosa elaborada a base de huevo crudo, aceite, sal, agua, azúcar, fécula de maíz o almidón y ácido cítrico en forma de jugo de limón o vinagre. Además, contiene valiosas propiedades nutricionales como proteínas, yodo, sodio y vitaminas B12 y E. No obstante, debido a su alto contenido de grasa (aproximadamente el 79 por ciento de ácidos grasos), se recomienda consumirla con moderación. La mayonesa se atribuye comúnmente a la cocina francesa. Se cree que fue creada en la ciudad de Mahón, en la isla de Menorca, España, durante el siglo XVIII. Sin embargo, la historia de su invención es un tanto debatida y existen diferentes teorías al respecto. Una de las teorías más aceptadas es que la mayonesa fue inventada por el chef francés del Duque de Richelieu, quien durante el asedio de la ciudad de Mahón en 1756, habría improvisado una salsa utilizando los ingredientes disponibles, como aceite y huevos. Esta salsa se habría convertido en la base de lo que hoy conocemos como mayonesa. ¿Dónde se guarda? En relación con su almacenamiento, se ha descubierto a través de un estudio realizado por la Universidad de Oviedo que la mayonesa refrigerada tiende a desestabilizarse y separarse cuando se expone a temperaturas muy bajas, incluso a partir de los 25 grados Celsius. En estas condiciones, los componentes del aderezo, como el aceite, se separan del agua y los demás ingredientes, lo que altera su consistencia y sabor al descongelarse. Por otro lado, el experto en microbiología Peter Barratt recomienda refrigerar la mayonesa y consumirla dentro de los tres meses posteriores a su apertura. Por el contrario, no se aconseja congelarla, ya que podría sufrir alteraciones en su estructura al descongelarse y, por lo tanto, no ser adecuada para su consumo. Es fundamental tener en cuenta que la mayonesa contiene huevos, los cuales son susceptibles de deteriorarse rápidamente a altas temperaturas ambiente. Aunque el jugo de limón presente en la mayonesa proporciona acidez para prevenir el desarrollo de bacterias, el doctor Barratt sugiere mantenerla en el refrigerador en lugar de congelarla, asegurando así su calidad y frescura. https://youtu.be/HEB6ocSg3qQ