Redacción / La Voz de Michoacán El paracetamol es uno de los medicamentos más comunes y accesibles para aliviar el dolor y reducir la fiebre. Su popularidad se debe a que es fácilmente disponible sin receta médica y generalmente seguro cuando se utiliza de manera correcta. Sin embargo, recientemente han surgido alertas sobre la necesidad de hacer un uso responsable de este medicamento debido a los riesgos que conlleva una sobredosis. El paracetamol funciona al bloquear la producción de prostaglandinas en el cerebro, compuestos que están involucrados en la sensación de dolor y la regulación de la temperatura corporal. Suele recomendarse en dosis de 500 o 650 mg cada seis u ocho horas para adultos, con un límite máximo de 3 gramos al día. Superar esta dosis puede provocar daños graves en el hígado, ya que el órgano es responsable de metabolizar el medicamento y una sobrecarga puede resultar en toxicidad. El paracetamol en México En México, la situación con el paracetamol refleja tanto su popularidad como los riesgos asociados con su uso indebido. Debido a su bajo costo y disponibilidad en prácticamente cualquier farmacia, es uno de los analgésicos más utilizados por la población. Sin embargo, las autoridades de salud han emitido advertencias sobre los peligros de una sobredosis accidental, especialmente porque muchas personas no se dan cuenta de que están ingiriendo paracetamol en diferentes presentaciones, como medicamentos para la gripe y el resfriado que también lo contienen. Esto ha llevado a que en algunos estados se promuevan campañas de educación sobre el uso seguro del paracetamol y la importancia de leer las etiquetas de los medicamentos. El problema con el paracetamol radica en su frecuente subestimación. Al tratarse de un analgésico tan habitual, muchas personas piensan que es inofensivo. No obstante, si se combinan distintas fuentes de paracetamol—como el consumo simultáneo de varios medicamentos que contienen este compuesto—se corre el riesgo de ingerir una dosis que exceda el límite recomendado. Esto ha llevado a las autoridades sanitarias a emitir advertencias sobre el uso responsable de este fármaco. El paracetamol, conocido en algunos países como acetaminofén, es un analgésico y antipirético de amplio uso en todo el mundo. En México, está incluido en la lista de medicamentos esenciales de la Secretaría de Salud, dada su importancia para el tratamiento de dolores leves a moderados y la fiebre. Si bien es considerado seguro en las dosis recomendadas, su toxicidad a dosis elevadas es una de las principales causas de daño hepático agudo en México y en el mundo. De hecho, el paracetamol es la principal causa de trasplantes de hígado relacionados con intoxicaciones en varios países, incluido México. Es importante destacar que, según la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), se han emitido advertencias sobre la compra de paracetamol en mercados no regulados, ya que algunos productos no autorizados pueden contener cantidades erróneas del fármaco o estar adulterados. Las campañas de concientización de COFEPRIS y otras instituciones de salud subrayan la importancia de no automedicarse y de consultar a un profesional antes de combinar medicamentos, especialmente aquellos de venta libre que contienen paracetamol. Recomendaciones para el uso seguro del paracetamol Es importante que el público tenga en cuenta algunas recomendaciones: primero, leer siempre las etiquetas de los medicamentos para verificar la dosis; segundo, evitar combinar diferentes productos que contengan paracetamol; y tercero, consultar al médico si el dolor o la fiebre persisten más de unos días. Recordemos que el uso indiscriminado de medicamentos puede tener graves consecuencias para la salud, y el paracetamol, aunque sea un aliado eficaz contra el dolor, no está exento de riesgos si no se usa con prudencia. Las campañas de concienciación sobre el uso adecuado del paracetamol buscan precisamente evitar que se presenten casos de intoxicación que, en algunas ocasiones, pueden requerir hospitalización urgente e incluso tener consecuencias mortales. Por ello, la próxima vez que pensemos en tomar una pastilla para el dolor, es fundamental hacerlo de manera informada y responsable.