Notimex/La Voz de Michoacán México. La detonación de algunos cohetes alcanzan hasta los 190 decibeles, sonido que supera totalmente lo que es permisible para el oído humano, principalmente en los niños, quienes son más propensos a padecer un daño auditivo, señaló la especialista Jimena Atuán Rodas. “De los 70 a los 85 decibeles se consideran sonidos aptos para el ser humano adulto sin que generen algún tipo de daño, no obstante, en los niños estos niveles disminuyen alrededor de 20 decibles porque sus oídos aún son muy sensibles”, explicó la especialista en audiología, foniatría y otoneurología de MED-EL. En el caso de los niños, indicó la doctora mediante un comunicado, son más propensos a padecer daños, ya que su aparato auditivo es mucho más vulnerable y tienden a explotar los cohetes mucho más cerca, no obstante, tanto adultos como menores corren el riesgo de presentar hipoacusia inducida por ruido. A nivel internacional, indicó MED-EL, México ocupa el segundo lugar de Latinoamérica en producción de fuegos artificiales, donde Tultepec, Estado de México, es el principal productor tanto de cohetes de juguetería, referidos a lo que se conoce como “ratoncitos”, “cañones”, “palomas”, entre otros y la pirotecnia espectacular. “A pesar de que la venta, compra y distribución de pirotecnia está prohibida en el país, de acuerdo a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, es bien sabido que en México se continua con esta práctica que incluye a los infantes, (…) es de suma importancia que se sepa el daño que este tipo de entretenimiento puede generar a los oídos”. El ruido que se produce ante cualquier explosión, explicó la doctora, se le conoce por ser de tipo impulsivo, es decir, de duración corta pero potente. En caso de la pirotecnia la duración puede ser de una milésima de segundo y con eso, dijo, basta para crear un daño irreversible. “Sonidos como los de una 'paloma' o 'cañones' llegan casi inalterados al oído interno, sacudiéndolo de una forma violenta las células ciliadas, lo que equivaldría a escuchar hablar al doble de la población mundial al mismo tiempo, es decir más de 160 decibeles a una energía de más de 10 mil millones de veces de una conversación normal”. Señaló que si bien, durante las próximas festividades lo más recomendable sería abstenerse de usar pirotecnia y más en los niños, si no se puede evitar, lo ideal es usar protectores auditivos muy parecidos a los que usan los nadadores.