Agencias/La Voz MichoacánMéxico. Tener relaciones sexuales es una actividad que la mayoría de los seres humanos encuentran placentera, íntima y agradable. Sin embargo, hay para quienes el sexo se ha tornado algo más peligroso y fuera de control. El Consejo Nacional de Adicción y Compulsión Sexual de EE.UU., ha definido la adicción sexual como "involucrarse en patrones persistentes y crecientes de comportamiento sexual a pesar de las consecuencias negativas para sí mismo y para los demás". Así como la adicción a las drogas, el juego o las compras, es un problema grave que afecta la vida social, familiar y la salud mental de quienes la padecen. Y hay más: un adicto al sexo continua participando en ciertos comportamientos sexuales a pesar de enfrentar riesgos potenciales para la salud, problemas financieros, relaciones destrozadas o incluso, el arresto. Por qué el sexo podría volverse una adicción en algunas personas (y en otras no) La explicación no es del todo clara, según Michael Herkov, profesor del Departamento de Psiquiatría del Colegio de Medicina de la Universidad de Florida, EE.UU. "Posiblemente alguna anormalidad bioquímica u otros cambios cerebrales aumentan el riesgo. El hecho de que los antidepresivos y otros medicamentos psicotrópicos hayan demostrado su eficacia en el tratamiento de algunas personas con adicción al sexo sugiere que este podría ser el caso", aclara. "El cerebro le dice al adicto al sexo que tener sexo ilícito es bueno de la misma manera que le dice a los demás que la comida es buena cuando tienen hambre. Estos cambios cerebrales se traducen en la preocupación de un adicto por el sexo y la exclusión de otros intereses, el comportamiento sexual compulsivo a pesar de las consecuencias negativas y los intentos fallidos de limitar o acabar con él", especifica el psiquiatra. Este modelo bioquímico explicaría por qué las personas competentes, inteligentes y con metas claras pueden ser fácilmente desviadas por las drogas y el sexo. "La mera idea de que, a diario, una madre o padre, médico o empresario exitoso puede dejar todo para pensar sobre el sexo, planearlo, identificar oportunidades para tener relaciones y aprovecharlas, parece increíble". sostiene Herkov. El cerebro adicto engaña al cuerpo produciendo recompensas bioquímicas intensas por este comportamiento autodestructivo. Los adictos al sexo tienen una sensación de euforia al tener relaciones sexuales. Eso sí: cabe destacar que, en estos casos, la experiencia sexual no se trata de intimidad. "Los adictos usan la actividad sexual para buscar placer, evitar sentimientos desagradables o responder a factores estresantes externos, como dificultades laborales o problemas interpersonales. Esto no es diferente a cómo un alcohólico usa al alcohol. En ambos casos, cualquier recompensa obtenida de la experiencia pronto da paso a la culpa, el remordimiento y la intención de cambiar", cuenta. ¿Eres adicto al sexo? Estas señales podrían indicar una posible adicción al sexo: Pensamientos y fantasías sexuales crónicas y obsesivas.Relaciones compulsivas con múltiples parejas, incluidos extraños.Mentiras para cubrir comportamientos.Preocupación excesiva por tener relaciones sexuales, incluso aunque interfieran con la vida diaria, la productividad, el rendimiento laboral, y más.Incapacidad para detener o controlar los comportamientos.Ponerse en peligro a sí mismo o a los demás debido a la conducta sexual.Sentimiento de remordimiento o culpa después del sexo.Sufrir consecuencias personales o profesionales muy negativas. Es clave destacar que las autoridades de salud mental aún no han establecido el comportamiento sexual compulsivo como una condición médica, aunque como mencionamos, puede afectar negativamente a las familias, las relaciones y la vida de una persona.