Agencias/La Voz de MichoacánMéxico. La sexualidad femenina está cambiando. El reciente boom de los succionadores de clítoris gracias al ya famoso Satisfyer ha hecho que aumenten las ventas de este tipo de productos eróticos en España entre las mujeres. Según datos de la compañía de juguetes eróticos de lujo Lelo, en 2019, aumentó casi un 300% el número de unidades vendidas de sus estimuladores. "Existen una infinidad de juguetes de este tipo y cada vez más mujeres aprenden a disfrutarlos", señala Nayara Malnero, psicóloga y sexóloga especializada, embajadora de Tenga, compañía de bienestar sexual especializada en juguetes eróticos. De hecho, "parece que la masturbación con estos juguetes eróticos se ha colado en la vida de los españoles", apunta y tanto es así que, según el último estudio realizado por esta compañía, el 72% de los encuestados consideran la masturbación con una como una forma de autocuidado o terapia". Parece un producto nuevo pero no lo es. La realidad es que el succionador forma parte de los estimuladores de clítoris que existen desde hace años. Y es que, esta forma de masturbarse con estimulación directa del clítoris es, según la sexóloga Ruth González Ousset, “la preferida por las mujeres”. Este tipo de estimulación es el más habitual porque “el clítoris tiene más de 8.500 terminaciones nerviosas y es el único órgano cuya función es dar placer”, asegura Valèrie Tasso, escritora, sexóloga y asesora de Lelo en España. Por ello, “no es de extrañar que la estimulación clitoriana a la hora de masturbarse sea la más habitual entre las mujeres, ya sea manualmente, con succionadores de clítoris o a través de otros métodos”. El succionador es un producto seguro que no suele dar problemas siempre que se utilice de forma racional ya que, un abuso podría llegar a irritar la zona o sensibilizarla. ¿Cómo funciona? Este producto “tiene la capacidad de estimular el glande femenino, es decir, la parte visible del clítoris”, detalla Ana Blázquez, sexóloga y terapeuta de pareja. Su forma “se adapta alrededor del clítoris y lo estimula de varias maneras según el tipo y marca de estimulador”. Puede ser a través de pulsaciones, “que dan la sensación de succión; a través de diferentes tipos de ondas de vibración (sónicas o expansivas), o sin llegar a tocar el clítoris directamente”, apunta Blázquez. Esto “hace que el glande del clítoris y el resto de la zona se estimulen de una manera diferente, llegando a producir mucho placer”. González Ousset define la sensación que produce esta estimulación como “un sexo oral muy bien hecho”. ¿Por qué tienen diferentes niveles? A diferencia de lo que pueda pensar la gente, los niveles no tienen que ver con la velocidad o la potencia sino con la forma en la que se estimula la zona. “Existen niveles porque el clítoris es único en cada mujer”, apunta González Ousset, y “sirven para adecuarse a los gustos de cada una”. De hecho, “varían en intensidad y ritmo para que cada mujer elija el que mejor le va en ese momento según sus gustos, necesidades y deseo”, aclara la experta. La principal diferencia entre el succionador y el resto de estimuladores es que “el estimulador no provoca ninguna sensación de succión, que se da gracias al cabezal que tienen los succionadores y que hace que se bordee al glande del clítoris”. Los succionadores “sin llegan a tocar el glande del clítoris de manera directa, produce otras sensaciones, igual de placenteras pero diferentes”. Aunque son seguros, el uso abusivo de estos succionadores pueden llegar a irritar la zona. “El clítoris es un órgano muy sensible, por lo que la sobreestimulación puede dar lugar a irritaciones”, afirma Tasso. Así, puede aparecer “rojez, hinchazón e irritación”, añade González Ousset. Por este motivo, en opinión de Tasso, “sería recomendable utilizar productos que ayuden a lubricar la zona para reducir las posibilidad de irritación y las molestias”. Si, aún así, se irrita la zona, “lo más aconsejable será dejar de usarlo durante un tiempo, hasta que la zona vuelva a su origen”, según González Ousset. El succionador no tendría contraindicaciones, salvo para aquellas mujeres con “hipersensibilidad en el glande del clítoris, ya que en estos casos, en lugar de ser placentero, su uso podría ser muy molesto”, advierte Blázquez. Y es que, en ningún caso el uso de este producto debe provocar dolor o malestar durante la práctica sexual. Insensibilidad de la zona Muchas mujeres se preguntan si el uso de este juguete sexual puede llevar a una insensibilidad de la zona. La respuesta es sí, pero para que esto no ocurra, Blázquez aconseja la variedad: “Es importante no habituarnos a un mismo tipo de estimulación, sobre todo si es con juguetería erótica”. “Cuantas más maneras de experimentar a la hora de estimular la zona, tendremos más amplitud de conocimiento sobre nuestro cuerpo y más placer tendremos con otras técnicas”, aclara. Acostumbrarnos a lo “fácil” o a vibraciones y pulsaciones que de manera natural no se harían, continúa, “hace que nuestro cerebro se acostumbre a este tipo de estimulación y le cueste llegar a la excitación o al placer con otras técnicas”. Por eso, su consejo es variar, ya que, según Tasso, “cuanto más nos masturbamos más ganas tenemos de hacerlo, contrariamente a lo que se ha dicho siempre”. Limpiarlo antes y después Otro consejo para el uso saludable de este tipo de juguetes sexuales es la limpieza. Muchas personas lo usan y no lo limpian después y esto es un error que puede traer problemas de la salud. Pueden aparecer infecciones “por falta de higiene o porque se hayan mantenido relaciones sin protección”, afirma Tasso. Así aconseja: “Limpiar siempre los juguetes sexuales antes y después de uso”. Con agua y jabón sería suficiente. Además, hay que recordar que un juguete erótico es “personal e intransferible, con lo que el propietario o propietaria no debería prestarlo a otra persona nunca”, señala Tasso. ¿Se puede usar con la pareja? Según datos de la empresa Tenga, “más del 30% de los españoles aseguran que San Valentín (que coincide con el Día Europeo de la Salud Sexual) es el momento perfecto para regalar un juguete sexual a su pareja, y es que el 50% de ellos aseguran utilizar con asiduidad estos productos en su día a día y cerca del 80% reconocen sentirse cómodos utilizándolos con su pareja”. ¿En pareja? ¿cómo? Estos juguetes se crearon para usarlos solos pero también en pareja, lo difícil es saber cómo integrarlo en el momento del encuentro sexual. En este tipo de producto en concreto, el objetivo será conseguir que el hombre no se sienta desplazado durante el acto sexual. En opinión de González Ousset, las marcas de este tipo de estimuladores lo han hecho muy bien porque “los han diseñado sin forma fálica, por lo que el hombre no se siente amenazado en ningún momento”. Elegir un juguete sin forma fálica “es una buena forma de empezar a usarlo en pareja”, afirma la sexóloga. Su consejo es “usarlo en posturas donde tenga sentido el succionador o el estimulador como en la postura a cuatro patas”. Aquí, añade, “se podría poner el aparato en el clítoris mientras se tienen relaciones con penetración”. También se puede usar para “estimular el pecho mientras se usa el succionador o en la ducha, ya que es resistente al agua”. El consejo de Blázquez es similar: “Combinándolo con la penetración en la postura del perrito; dejando que nos marsturbe el hombre con él, jugando con las velocidades e intensidades o usándolo en intensidades mínimas mientras la pareja nos realiza un cunnilingus”, concluye.