¿Por qué debes ir al baño después de tener sexo?

Mientras más vida sexual activa se tenga la probabilidad de infecciones urinarias aumenta

Foto: El Universal

El Universal/La Voz de Michoacán.
México. Las mujeres que orinan después de mantener una relación sexual evitan el desarrollo de infecciones urinarias, debido a que expulsan los microbios que probablemente fueron inoculados en el acto.

Así lo explicó la ginecóloga obstetra del Hospital Sedna, María Inés Yt Castorena, quien agregó que estas infecciones surgen por dos razones principales.

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La primera de ellas es que durante la penetración la uretra femenina tiene contacto con las bacterias localizadas en el recto, debido a que este conducto sólo mide de tres a cuatro centímetros.

La razón siguiente es que el traumatismo que ocasiona la penetración genera una pequeña inflamación en la vejiga, ubicada en la parte anterior de la vagina, lo que puede ocasionar en infecciones.

“El orinar antes y después del coito nos favorece mucho porque estamos expulsando los microbios que probablemente fueron inoculados en el acto sexual”.

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De igual manera, recalcó que mientras más vida sexual activa se tenga la probabilidad de desarrollar estas infecciones aumenta.

“La actividad sexual, aunque sea poca o mucha, sí puede ocasionar un incremento en la probabilidad de padecer una infección en las vías urinarias”.

La especialista destacó que este padecimiento puede detectarse al sentir ardor al orinar y al tener una sensación frecuente de ir al baño.

Para evitar una vida sexual plena y sin infecciones, recomendó usar un jabón especial para lo genitales o en su defecto uno neutro, así como consumir jugo de arándano que por sus propiedades ayuda a que bacterias no proliferen.

“Siempre que se vaya a iniciar la vida sexual o una vez ya iniciada es importante que las mujeres sean asesoradas por un ginecólogo y el hombre por un urólogo”, finalizó Castorena.

Por su parte, un estudio de la revista Scielo señala que las infecciones urinarias pueden clasificarse en alta o baja, aguda o crónica, no complicada o complicada, sintomática o asintomática, nueva o recurrente y comunitaria o nosocomial. 

Del tipo de infección que se desarrolle depende en gran medida el tratamiento que se empleará.