El Universal/La Voz de Michoacán.México. ¿Te ha llamado la atención el mundo del sexo rudo y BDSM, pero crees que es algo muy raro que podría intimidar a tu pareja? Lo cierto es que platicarlo con tu pareja antes no sólo es esencial, sino que los ayudará a disfrutarlo más porque les permitirá crear acuerdos y límites. Discutir la idea con tu pareja puede ser intimidante. Y no es tan simple como decir: “quiero algo más rudo”, porque eso puede significar 50 cosas diferentes. Debes ser específica y hacer tu propia investigación. Discutir límites ¿Qué pueden hacer y qué no? Que no te dé miedo pedir específicamente lo que quieres intentar, y ver lo que tu pareja dice al respecto. Si estás planeando probar algo nuevo, como las nalgadas, las mordidas o las cadenas, asegúrate de discutirlo con tu pareja primero. También deben elegir una ‘palabra de seguridad’ para que tengan bien medidos los límites. Debe ser una palabra que NO se utiliza normalmente en el sexo y que cualquiera pueda usar en el momento en el que uno de los 2 diga: basta. Calibren el impacto Pídele a tu pareja que empiece con un poco de presión para medir del 1 al 5 lo que es ‘suave’ o ‘rudo’ para cada uno. Quien quita y una nalgada suave es mucho para ti, o nada para tu pareja. Por eso es importante que ambos estén en la misma página al respecto. Compren mucho lube Sólo porque sea ‘rudo’, no quiere decir que deba doler. El sexo rudo está destinado a sentirse mejor con lubricante. Y si no sabes por dónde empezar con el lubricante, en Eme de Mujer hemos escrito mucho al respecto para que sepas cuál es el mejor para cada escenario. Dile que quieres nalgadas y cadenas, no más, ni menos La comunicación en verdad es lo más importante para definir límites y darse a entender. No le digas: ‘quiero algo más rudo’, dile ‘quiero que me des nalgadas cuando esté arriba’. Yo sé que a veces no es fácil decir las cosas directamente por miedo o por vergüenza, pero no hay otra forma para que tu pareja sepa qué hacer y qué es lo que en verdad quieres. Compra todo lo que quieras Si quieres que te venden los ojos, compra una venda. Si quieres cadenas, compra una pequeña. Si quieres un látigo, lánzate a una sex shop. No vayas a pedirle algo más rudo, sin tener los instrumentos a la mano. Si no sabes por donde empezar Mira, si no sabes por donde empezar, yo te recomiendo con: jalar el cabello, nalgadas, atar tus muñecas y vendarte los ojos. Todas son opciones candentes y realmente no muy agresivas. Que no te dé miedo decir NO Una vez que te des cuenta que las nalgadas no son para ti, o las cadenas, detente y pídele a tu pareja que se detenga. No te atrevas a seguir con el dolor o la incomodad, nada más porque te sientes comprometida a seguir el juego. Si el sexo rudo no es para ti… simplemente no es para ti. Así como le has comunicado a tu pareja lo que quieres, es importante que le comuniques lo que sientes. Por eso la comunicación es TAN importante O que no te dé miedo a pedir MÁS La persona que en verdad te quiere, va a empezar con nalgadas muy suaves. Si quieres algo aún más rudo, no dudes en pedir más. ‘Más fuerte’ o ‘más rápido’ . De otra forma seguirá haciendo lo mismo y no lo vas a disfrutar. Da nalgadas también Al pedirle sexo más rudo, no sólo lo estás invitando a darte nalgadas, sino que también abres la conversación sexual para ambos. ¿Y si tu pareja también quiere recibir? ¿Y si él también está interesado en recibir nalgadas? Recuerda que nadie te va a hacer un examen de desempeño Todo lo que escribí está bien, pero no te preocupes si no lo haces como yo digo. Si la primera vez que te da una nalgada, se siente como algo incómodo, ríete. Si la primera vez que te esposa, te quedas atorada, ni modo. La primera vez casi nunca es perfecta, es tan sólo una oportunidad de seguir mejorando