Jorge Manzo / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Fernando de la Mora, el tenor mexicano que ha conquistado los escenarios operísticos más importantes del mundo, alertó que en el país se está acabando con las instituciones, por lo que le solicitó al presidente Andrés Manuel López Obrador arreglarlas, componerlas y sanearlas, puesto que su deterioro lo meterá en problemas y todo se puede salir de control. Vio buenas intenciones del tabasqueño, y consideró que está rodeado de gente buena, pero se requiere de funcionarios que tenga oficio y que luchen por lo que él predica. Coincidió en que se debe acabar con la corrupción. En entrevista Cara a Cara con La Voz de Michoacán, el artista, quien lleva más de 1,500 presentaciones y más de 40 producciones discográficas, confesó que una de las cosas que más le ofenden como mexicano es la manera que se ha vejado a los grupos indígenas de Michoacán, a quienes incluso se les ha obligado a desaparecer. Ellos, lamentó, han sido orillados a pedir limosnas en las grandes ciudades, aún y cuando deben seguir en sus pueblos defendiendo sus lenguas natales y sus tierras. “Les hemos arrebatado todo”, y advirtió que no se encuentran en el organigrama del proceso de éxito en el país. También puedes leer: Indígenas de Michoacán van contra la 4T; acusan corrupción y violación a sus derechos Convocó al gobierno a dirigir hacia dónde debe poner su mirada el pueblo, pero evocando los logros de grandes mexicanos. Es por ello que consideró que es necesario que se fortalezca la educación y se estimule la excelencia que está en la cultura. Citó la necesidad de homenajear a personajes como a Octavio Paz, Carlos Fuentes, Jorge Negrete, Pedro Infante, quienes han hecho mucho por este país, “han hecho patria”. Destacó que es importante que se releven los valores, y también se haga sentir a la gente orgullosa de ser mexicana y no sólo cuando juega “la pinche Selección Mexicana”. Al hacer esta referencia, pidió una disculpa, pero afirmó que tenía razón al decirla porque “odia” cuando la gente sólo defiende un penalti mal marcado y se siente ofendida, pero no es así cuando ocurren enormes agravios, por ejemplo, los secuestros, los que cuelgan en los puentes y todo lo que va lacerando a los mexicanos. Ahí es donde deberíamos sentirnos orgullosamente mexicanos y dejar de permitirlo, sentirnos protectores de esta patria, no solamente con un partido de futbol que no sirve para nada, no te va a dar un peso el que gane la selección, ni un peso”, expresó el tenor. La entrevista se desarrolló en el imponente Centro Cultural Clavijero. Ahí, sugirió al gobierno a obligar a los padres de familia a que eduquen a sus hijos. Consideró que se debe plantear de esta manera, a fin de que la niñez y juventud tenga acceso a los valores humanos, a la ética y a convertirse en escudos contra de la corrupción. Afirmó que de ahí es de donde se podrán conseguir verdaderos resultados y no con amenazas o cárcel. En este punto, reconoció que sí sirve amenazar a la población con castigarlos o imponer pena de muerte, pero entenderá la gente por miedo y no por convicción. Fernando de la Mora, quien se dijo enamorado de Michoacán y de México, vio todas las condiciones para que pueda darse el cambio, por más elevada que esté la delincuencia. Reflexionó que siempre habrá condiciones de portarse bien, pues existirá la opción de que el ser humano elija comportarse cívica y éticamente bien, y así sea un verdadero guerrero contra la corrupción. “Sí se puede lograr”, reafirmó, pero para alcanzarlo se requiere empeñar tiempo en los valores de cada persona y no se puede conquistar esa meta si en este momento no se comienza. Con 61 años de edad, el tenor sugirió que a los niños y jóvenes se le deben cambiar las armas por una guitarra, por una flauta, violín, guitarrón o una trompeta, por un instrumento musical. Una vez que se haga eso, previó que la delincuencia va a desaparecer, sin embargo, para alcanzarlo se debe comenzar. La educación avanza en el ser humano hacia la excelencia, pero milimétricamente, es día a día y son muchos años en los que se va consolidando ese espíritu hacia el bien”. Recalcó que, si no se atiende ese espíritu, se va a ocupar de otras cosas y por eso la educación debe estar presente, de la mano con la cultura. Celebrará 40 años de carrera Fernando de la Mora tiene 33 años de carrera operística, pero comenzó a cantar ranchero a partir de 1980, es decir, hace 39 años, por lo que anunció que celebrará sus 40 años cantando todos los días. Confesó que es seguidor de las Chivas del Guadalajara, y más allá de sus críticas a la Selección Mexicana, destacó que se debe anteponer el orgullo de ser nacido en este país, al que lleva más allá de las fronteras geográficas. México es un gran país que nos permite a todos vivir en concordia, en pocas palabras, a llevarnos bien, aunque no estemos de acuerdo”. Aclaró que hay Fernando de la Mora para rato. Aconsejó que a diario nos preguntemos, muy temprano, “¿Así me quiere morir?”. En su caso dijo que no, por lo que debe seguirle echando para adelante. Se dijo honrado de cantar en el lugar más importante de Morelia, en la Catedral Metropolitana, acompañado del maestro Alfonso Vega Núñez. “Fue algo muy especial”. Ha estado también en la Casa de la Cultura, y la avenida Madero entonándole las mañanitas a la señorial Morelia. Narró que ha apretado el corazón de la gente y se ha arrimado a sus sentimientos, a su emoción. Se dijo portador de mucha suerte, y que el destino le ha favorecido de muchas formas. Se describió como un hombre sano que ha tenido la dicha de procrear una familia sana, y de dedicarse a lo que le fascina que es cantar, a la música y llevarla a cada rincón. Presumió que México ha sido el semillero de cantantes, mientras que otros países no han sacado a ninguno de primer nivel. México ya lleva una docena, entre ellos Placido Domingo, quien, aunque nació en España, se crió en México. Entre los que destacan Francisco Araiza, Ramón Vargas, Javier Camarena y Antonio Chacón. La música de arte no está tan valorada por las masas “Aquí en México no, y la verdad que requerimos seguir trabajando para que la gente sepa de lo que México vale, que ha creado como un patrimonio, que las voces mexicanas son un patrimonio y lo seguirán siendo, estoy seguro”. ¿Qué opinas sobre la música urbana, entre ellos el reguetón? “Se vale, es parte de un proceso y creo que cuando a mí me tocó ser adolescente fue el final del rock and roll, que había roto con todos los esquemas y la gente criticaba mucho esta música; y después vino la música pop, disco y electrónica y con todas estas nuevas músicas que no sé cómo denominarlas pero especialmente hechas para las pies, más que para la creación y el cerebro humano, fueron hechas para que la gente baile, se entretenga, se vale, creo que es parte de un proceso. Lo que no se vale es que sea lo único que escuches, no empobrezcas tu espíritu siguiendo solo un tipo de música, como también se lo aconsejo a aquel que solo escucha música clásica y no acepta ningún otro tipo de música. Tampoco. O sea, hay que abrirse a que el espíritu se alimente de muchos géneros y que tú seas capaz de adquirir muchos gustos, como en la gastronomía, que te gusta cualquier tipo de buena comida, de cualquier parte del mundo, que aprendas a paladear cualquier tipo de platillo que tenga la excelencia. Hay música maravillosa de nuestro propio país, de México, hay una cantidad de diferentes estilos que requieres conocer y hacerlos tuyos y después puedes seguir escuchando reguetón o lo que tú quieras. No está demás decirte que hay otros tipos de música más elaborados que podrían conquistar tu espíritu”. ¿Se ha convertido la industria en algo efímero? “La música pone a todos en su lugar. La música que llegó para quedarse, la música buena, se queda, le pasan los años, le pasan las décadas, le pasan los siglos por encima y se queda en el corazón de la gente. Y tú escuchas música de hace 150 años y la sigues escuchando y está actual y la gente la sigue reconociendo, música que conquistó el corazón no solamente de generaciones sino de naciones y que le pertenecen ya; hay muchas óperas que ya le pertenecen y forman parte de los cromosomas del ser humano. ¿Cómo llegar a los millennials? “Hay que seguir insistiendo, siendo tesoneros en el afán de conquistarlos, de permitirles a ellos que se abran un espacio para el conocimiento y poder generar una comparación con las antiguas excelencias musicales y compararlas con lo actual. La industria se ha estacando “No, está desapareciendo. La empresa del disco ya no es lo mismo que cuando yo comencé mi carrera, que era una plataforma fundamental para que te pudieras desarrollar a nivel masivo. Y ahora ya no, si tienes conocimiento de las redes sociales y si estás en contacto con las plataformas de Internet donde tú puedes ser tú propia disquera y si tienes el interés para poder lograrlo, lo logras fácilmente. Simplemente tienes que ocuparte, conocer y montar tus grabaciones en las plataformas para que estén al alcance de cualquier persona que quiera bajarlo”. Hay géneros que si no encuentran estas ventanas de comercialización y difusión pueden desaparecer “Para mí es una preocupación enorme. Para mí como artista, me ofende de alguna forma que artistas como “Toña, la Negra”, como Pedro Vargas, como Alejandro Algara, Genaro Salinas, que fueron dioses en su momento para generaciones desde los años 40’sa los 70’s, ya estén casi olvidados de las generaciones. Se me hace una falta de respeto, una falta de dignidad humana, que estas personas que fueron dioses, que fueron los Luis Miguel del momento, la gente esté a punto de olvidarlos. Eso se me hace una ofensa, porque eso es parte de la historia de nuestro país, es parte de nuestro patrimonio y requerimos seguirlos honrando y agradeciendo por lo que esto representa para México”. En estos tiempos, si no los retoman los artistas de moda, es probable que se olviden “Hay que aplicarnos y hay que convertirnos en defensores de excelencia de nuestro país en la música”. ¿Los propios sistemas de radio y televisión ya no le apuestan a esto? “Acuérdate que la música antes de ser patrimonio y antes de ser cultura, es negocio y la música requiere de una salud económica en la cual pueda seguir siendo negocio y eso es lo que ha hecho que estas corrientes que escuchan los millennials, es importante no dejar a un lado la importancia de seguir promoviendo y seguir insistiendo y ser tenaces en la promoción de esta cultura de la música, no dejarlo en manos de empresarios porque los empresarios son empresarios y si no ven negocio lo van a hacer a un lado, ahí es donde entra el secretario de cultura, ahí es donde entra el secretario de educación, donde realmente debemos formar las nuevas generaciones de los artistas que han hecho grande a este país”. Hay pronunciamientos sobre prohibir música urbana, la que llaman de plástico “Lo peor que puedes hacer en la vida… si realmente deseas que eso deje de suceder, primero que nada no lo prohíbas, porque si lo prohíbes, es un incentivo para que la gente lo consuma con más ahínco, por rebeldía o por preguntarse por qué se lo están prohibiendo, por qué no quieren que escuche. Lo peor que puedes hacer es prohibir”. Dicen que las artes transforman vidas “Cualquier joven, cualquier persona al que toque la cultura, al que comprenda la cultura y que tenga el acceso a la cultura se va convertir en un mejor ser humano. ¿Por qué razón? Porque la cultura es básicamente como un resumen de los logros del ser humano, hacia dónde va el ser humano. En la pintura, en los grandes muralistas, se ve la excelencia y ahí es donde debemos apuntar la vista del pueblo hacia la excelencia del ser humano, hacia Agustín Lara, Armando Manzanero, lo bueno de Juan Gabriel, lo bueno de José Alfredo Jiménez. Tenemos que hacerlos voltear hacia la excelencia, hacia los grandes pintores, hacia los grandes escritores, hacia Octavio Paz, Carlos Fuentes, Monsiváis, Leona Vicario, tenemos que ser muy exigentes hacia dónde vamos a hacer voltear al pueblo. Porque si no lo haces voltear tú hacia la cultura, el pueblo va a voltear hacia donde el comercio lo invite”. ¿Cómo ha sido la vida de Fernando de la Mora? “Maravillosa, llena de bendiciones en todos los aspectos. No ha sido realmente fácil en todos los momentos, pero me quedo con todo lo bueno que he logrado, porque en muchas de las cosas que han sido medio malas son de las que más he aprendido y que más he evolucionado como ser humano y como artista. Creo que he tenido la dicha de ser casi profeta en mi tierra, porque desde que salí de México, cuando regresé fui muy bien recibido. Cuando decidí hacer mi carrera un poco más basada en las tradiciones de mi país se me recibió con mucho cariño y he tenido la fortuna de ser muy bien aceptado”.