Maricruz Rios / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. El estado de Michoacán atraviesa una evidente recesión económica, advirtió Heliodoro Gil Corona, coordinador de Proyectos Estratégicos del Colegio de Economistas del Estado de Michoacán (CEEM), quien señaló que el panorama en cuanto al crecimiento de la actividad económica es gris, por lo que el estado cerraría el año con una tasa del 0.4 por ciento. En voz del especialista, los recientes resultados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en cuanto a la actividad económica reflejan ya una seguidilla de trimestres a la baja, situación que genera dudas en cuanto si podrá reponerse la entidad durante, por lo que adelanta que tampoco sería raro que cerrara el 2019 con una tasa negativa. También puedes leer: En debacle productiva, sector industrial en Michoacán, señala CEEM Esta recesión económica obedece a varios factores, analiza Heliodoro Gil. El primero de ello “es el raquítico desempeño observado de la economía del país”, en el inicio del año y que coincide con el cambio de régimen en el Gobierno Federal, cuyas decisiones y medas han generado incertidumbre y propiciado nulo crecimiento en prácticamente todos los rubros económicos a nivel nación, lo cual termina por reflejarse en las entidades. También inciden el desplome de las actividades económicas comerciales, el llamado sector terciario, que, de acuerdo con el INEGI, cayó 0.7 por ciento, lo que ubicó a Michoacán en el lugar 30 de 32 entidades. También la escasa inversión pública estatal ejecutada, producto también de recortes y reajustes en las participaciones federales, y el mismo retraso de la inversión federal, situación que ya han señalado en múltiples ocasiones, por ejemplo, las cámaras empresariales de la construcción en el estado. También puedes leer: Michoacán, entre las siete entidades con peores resultados en actividad económica Finalmente, Heliodoro Gil Corona coloca también entre las causas a la contracción del consumo interno, es decir, la compra de bienes y servicios entre particulares de la misma entidad, que a su vez es provocado por el desplome de la generación de empleo formal, a tal grado que ha habido pérdida de plazas, y la precarización del mercado de trabajo en su conjunto: pocos puestos, mal pagados y en unidades económicas con pocas perspectivas reales de crecimiento. “La tendencia económica observada en Michoacán es sin duda preocupante”, asevera el investigador del CEEM, por lo que el crecimiento de la actividad económica y el Producto Interno Bruto Estatal (PIBE) vienen a la baja. De pasar de un incremento real del 4.2 por ciento en 2016 se pasó a una tasa de 3.2 por ciento en 2017, para caer nuevamente en 2018 a 1.3 por ciento, y este año con la expectativa de no crecer más allá del 0.4 por ciento. El analista ahondó en que este comportamiento no es particularmente nuevo en Michoacán, estado donde pasadas administraciones decidieron apostar por el campo y no por la industria o la manufactura, más rentable en cuanto a generación de desarrollo económico. De 1980 a 2018 la economía reporta un crecimiento anual promedio de 2.4 por ciento. De 2000 a 2018, con marcados altibajos, el promedio subió ligeramente a 2.5 por ciento. También puedes leer: Michoacán, entre los estados con menor crecimiento económico en el país Heliodo Gil Corona explicó que, por raro que pudiera parecer, la administración más exitosa en este rubro fue aquella irregular con Fausto-Reyna-Fausto-Jara, en donde el gobierno federal de Enrique Peña Nieto intervino en las decisiones prioritarias vía un equipo de trabajo comandado por Alfredo Castillo Cervantes. Este periodo cerró con un promedio de 3.4 por ciento de crecimiento en la actividad económica. En el periodo de Lázaro Cárdenas Batel (2000-2006), la economía anual aumentó escasamente un 1.4 por ciento. En la gestión de Leonel Godoy (2006-2010), el crecimiento fue del 1.1 por ciento. En tanto que la actual administración silvanista, la tasa promedio lleva un ritmo de 2.9 por ciento anual, con una tendencia a la baja desde el cambio de administración federal. Heliodoro Gil corona concluye que el gobierno y el sector productivo estatal desde hace 25 años no actuaron con oportunidad en el diseño de un modelo industrial participante de las economías de escala de orden mundial y hoy día se sufre el costo de estas decisiones, situación que además ha impactado a últimas fechas con una serie de políticas públicas y decisiones desde el Gobierno de la República que han abonado a frenar la economía en todo el país.