Jorge Manzo/Enviado La Voz de Michoacán Apatzingán, Michoacán. La Guardia Nacional comenzó a llegar a la Tierra Caliente hace un par de semanas. Aún buscan el lugar en donde instalarán su cuartel regional, pero ya la ciudadanía confía que, con su intervención, por fin la paz regresará a la zona que ha sido la cuna de cárteles delincuenciales. Mientras tanto, la economía sigue colapsada, existe el riesgo del cierre de negocios, la producción de limón en “manos de unos cuantos”, mientras que los robos de vehículos siguen golpeando a las familias. La gente sí sale a las calles, pero no lo hace con plena confianza. Los asaltos a negocios también se han convertido en una constante en el municipio. En motos operan los jovencitos que atacan armados a los negocios que trabajan las 24 horas. Esta dinámica ha provocado que haya establecimientos que cierren a horas prudentes de la noche, o bien, que se atrincheren para que no haya incidentes qué lamentar. Preocupó el video que circuló en redes sociales en donde personas armadas juegan arrancones en un poblado. Estiman unos 300 elementos del grupo de élite creado por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, pero la cifra debe aumentar para lograr peinar toda la zona, en donde las autoridades sospechan que siguen operando los grupos criminales. Los lugareños creían que no llegaría la Guardia Nacional, pero un convoy de más de 20 unidades anunció su arribo a la 43 Zona Militar, en donde también están estrenando a jefe, el general Darío Ávalos Pedraza. Apatzingán ha sido considerado uno de los municipios clave en la estrategia para el combate de adicciones. Justamente ahí, las autoridades comenzaron a prohibir que la avenida principal, la Constitución de 1814, se convirtiera en una “cantina”. Nadie puede tomar en la vía pública, y quien lo haga será sancionado con prisión preventiva en barandilla. Esta ha sido una de las acciones más duras que se han implementado, para frenar el alcoholismo, drogadicción, e incluso, la prostitución. La fiesta no está prohibida en este municipio en donde es común disfrutar del “Juan Colorado” con las bandas de viento, pero todo se debe hacer con moderación y en lugares apropiados. Los operativos no lo realiza solo el ayuntamiento de José Luis Cruz Lucatero, sino que va acompañado por la Policía Michoacán, el Ejército Mexicano y la Policía Federal. Son acuerdos que se han ido tomando en las mesas de seguridad. Ahora sigue un operativo de motocicletas. Buscarán que quienes circulen en la ciudad, lo hagan en regla. También puedes leer: Violencia, el sello que une a Jalisco y Michoacán ¿Quiénes lo protagonizan? Golpe a la economía Lo que más le duele a Apatzingán es que la seguridad no se ha restablecido al 100 por ciento, coinciden liderazgos empresariales, quienes han tenido que sacrificar sus ganancias en muchas ocasiones, para evitar cerrar los negocios. La esperanza de ellos, es que se generen empleos, y de esta manera puedan ocuparse jóvenes y personas que han optado por trabajar en gavillas delincuenciales. Está por concretarse la construcción de una plaza comercial en donde estaría Cinépolis, y esperan inversión china. Buscan convencer al embajador de China en México que visite Apatzingán para que conozca las bondades que tiene la tierra caliente, líder en producción de limón y mango, para que instalen agroindustria o cualquier otra empresa que crean conveniente considerando la vocación de sus suelos. Aseguran que en esta región compuesta por una decena de municipios encontrarán mano de obra y es probable que las facilidades para que sus empresas se instalen y generen desarrollo y prosperidad. También puedes leer: ¿Quién es Israel Patrón, el nuevo secretario de Seguridad de Michoacán? Apatzingán cuenta con más de 100 mil habitantes. Históricamente ha sufrido por los embates del crimen, la pobreza y segregación social. No ha sido detonada por sus cualidades históricas, pues es poco lo que ofrece para el turismo, a pesar de que colinda con el municipio de Parácuaro, la tierra del cantautor Juan Gabriel. La percepción de inseguridad que proyecta hacia el exterior le sigue pegando, y el poco movimiento de personas que hay, es porque tienen que ir a hacer negocios a esa zona. Pocos alzan la voz en estos momentos. Los empresarios lo hacen con reservas, pues no se sabe con claridad cómo operan los grupos delincuenciales. Gonzalo Zaragoza Méndez, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, lamentó que los criminales sigan haciendo de las suyas. “Faltan más acciones en materia de seguridad. El robo de vehículos es el foco rojo, aunque también los secuestros no paran”, dijo. Ese clima de inseguridad ha propiciado que las ventas se desplomen. En su caso, quien tiene una empresa dedicada a fabricar mobiliario para oficina, se han reducido 500 mil pesos al mes las ventas, hasta en 50 mil pesos. Los márgenes de operación están totalmente limitados, y ya no haya las puertas, por lo que llaman a las autoridades federales a que desatoren programas que ayuden al rescate de la economía regional. También puedes leer: CJNG, el de más rápida expansión; Michoacán, en sus objetivos El dirigente de la Canacintra, Miguel Linares Quintero, advirtió que aunque se han hecho esfuerzos para recuperar la tranquilidad en Apatzingán, aún falta más trabajo. El 70 por ciento de sus agremiados están al borde de la quiebra porque no cuentan con solvencia financiera suficiente que les ayude a enfrentar la precariedad que no deja en paz a los municipios de la región. Espera también que el gobierno de López Obrador haga un programa especial para la economía de esta zona. Justamente el presidente López Obrador estuvo en Buenavista hace 19 días, en donde reconoció la crisis de seguridad que ha enfrentado la zona, esa misma que es considerada un “foco rojo” para las autoridades policiales y para organismos de la sociedad civil, derivado de que siguen los homicidios dolosos y robos, pero no sólo eso, los empresarios, advierten que la comercialización del limón de nuevo está controlada por un grupo, que impone precio y cuándo habrá corte, como ocurrió en el pasado cuando la delincuencia imponía sus reglas. También puedes leer: Hombre es condenado por asesinar a un menor mientras lo "exorcizaba" en Apatzingán Francisco García Amezcua, quien coordina la mesa de seguridad en Apatzingán, consideró que ha habido cambios para bien en la región, con efectos positivos. “Si anteriormente se presentaban robos a vehículos, de unos 5 por día, la tasa indica de uno a dos por día. Ha ido bajando, aunque no es una vara mágica”, expresó el representante de la organización civil, sin echar las campanas al vuelo. Negó que en Apatzingán haya presencia fuerte de grupos delincuenciales, y destacó que son otros municipios los que están padeciendo las secuelas que dejan a su paso, entre ellos, Morelia, Uruapan y Zamora. Esperemos que así siga. No ha habido grandes noticias que de alguna manera abrumen a la población o al mismo gobierno. Hay tensa calma”, expresó. Con la presencia de la Guardia Nacional, mencionó García Amezcua, que han mostrado toda la disposición de trabajar con los tres órdenes de gobierno a fin de hacerle frente a la delincuencia. “No son suficientes los elementos aún, pero el Estado de fuerza que hay en la región con policías estatales ha ayudado a que se tengan cubiertas las necesidades”. En tanto, el jefe de la unidad de la Policía Federal en Apatzingán, Miguel Ángel Simental, con una amplia trayectoria en las corporaciones federales, destacó que habrá plena coordinación con la Guardia Nacional, y ya se trabaja en conjunto con el Estado y los municipios a fin de cerrarle el paso a los delincuentes. Incluso, mencionó que hay “saldo blanco” en incidentes delictivos en la autopista Siglo XXI. En Apatzingán existe el deseo de que la paz regrese pronto. Que nuevamente las calles se puedan transitar a cualquier hora del día, que los robos paren de una vez por todas, pues de por sí una mayoría de los pobladores viven al día, y los delincuentes se apropian de lo poco que logran ganar. Los empresarios y la población tienen ganas de que la prosperidad vuelva, como en los tiempos del algodón y el melón, que ubicaron a la Tierra Caliente como una joya, que más tarde fue arrebatada por los delincuentes.